Suele decirse que es suficiente con una formación en ELE para abordar
una clase de español como lengua de especialidad. Yo disiento de tal
afirmación.
El profesor de una lengua extranjera necesita moverse con comodidad en
los géneros discursivos característicos del ámbito de la especialidad,
conocer su léxico específico y estar familiarizado con los contextos
sociales académicos y extra-académicos en los que se usa esa variedad de
la lengua.
Pretender que no es necesaria una sólida formación en las disciplinas
que dan lugar a los contenidos especializados y las situaciones
comunicativas en las que se actualizan, alegando que el profesor sólo
debe "saber enseñar la lengua" es incoherente por contradictorio.
Si a un hablante nativo no se nos ocurriría pedirle que nos dé una
clase de lenguaje especializado empresarial, o en medicina, o en
derecho, o en arte, por razones obvias, no entiendo por qué se ve
natural que eso sea posible cuando el estudiante es extranjero.
Precisamente porque una lengua no es sólo léxico (que ya sería algo limitado en el no experto),
ni estructuras gramaticales, ni se restringe a una variedad única, por
no hablar de las peculiaridades pragmáticas que modulan los diferentes
campos disciplinares con sus protocolos característicos, no se puede
abordar la enseñanza de una lengua especializada sin una buena formación
en el ámbito de la disciplina correspondiente.
Obviar esta realidad por mor de no sé muy bien qué razones es poner al
profesor de EFE en el compromiso de tener que afrontar una clase para la
que no está preparado.
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