CEDRO

domingo, 17 de marzo de 2024

EL USO DE LAS MAYÚSCULAS

 La letra base de la escritura es la minúscula; por tanto, la mayúscula debe aplicarse sólo en los casos que la norma prescribe.

CUESTIONES FORMALES

1. La escritura enteramente en mayúsculas se utiliza únicamente: en las siglas, en los números romanos y en los textos cortos de carácter informativo.

2. El empleo de mayúsculas en interior de palabra debe evitarse, aunque es un fenómeno cada vez más extendido en la formación de siglas, acrónimos y nombres comerciales.

3. Cuando los dígrafos ch y ll forman parte de una sigla, sólo se escribe en mayúscula la primera letra (PPCh: Partido Comunista de China) para evitar su interpretación como iniciales de dos palabras distintas (CDCH: Centro de Desarrollo Científico y Humanístico). Al no existir este riesgo en el resto de dígrafos únicamente se conserva la primera letra (QIR: químico interno residente).

Del mismo modo se comportan las abreviaturas de los antropónimos (las iniciales de los nombres propios): cuando la inicial es el dígrafo ch o ll, se conserva completo, pero sólo se usa la mayúscula en la primera letra (J. A. Ch. por José Antonio Chamorro); en el resto de dígrafos únicamente se mantiene la primera letra (M. G. por María Guerrero).

mayúscula inicial

De acuerdo con la posición que la palabra ocupe en el texto, la puntuación exige su escritura en mayúscula inicial en los siguientes casos:

1. La primera palabra de un enunciado o la que aparece después de un punto. Si el primer elemento es una cifra, la palabra que le sigue debe escribirse en minúscula: 10 consejos útiles.

2. La palabra que sigue a los puntos suspensivos cuando cierran un enunciado (Asistieron amigos, familiares, vecinos… La boda fue un éxito), pero si el enunciado continúa tras ellos, la palabra que los sigue se escribe con inicial minúscula (Fue una experiencia muy… inquietante, diría yo).

3. En las oraciones interrogativas y exclamativas hay dos posibilidades:

3.1. Si la pregunta o exclamación constituyen la totalidad del enunciado y, por tanto, sus signos de cierre equivalen a un punto, tanto la primera palabra de la pregunta o exclamación como la palabra que inicia la oración siguiente se escriben con mayúscula inicial: ¿Te encuentras bien? Tienes mala cara.

            ¡Qué bonito! Es un regalo precioso.

3.2. Si la pregunta o exclamación forma parte de un enunciado, pueden darse dos casos:

3.2.1. Cuando la pregunta o exclamación inicia el enunciado, la palabra que sigue al signo de apertura se escribe con mayúscula y la que sigue al signo de cierre, con minúscula: ¿Qué te apetece hacer hoy, le preguntó nada más levantarse. También cuando se suceden varias preguntas o exclamaciones constituyentes de un mismo enunciado y que se separan unas de otras por signos de coma o punto y coma: ¿Dónde vives?, ¿con quién vives?, ¿compartes piso? No obstante, en este mismo caso, si cada pregunta se considera un enunciado independiente, debe iniciarse con mayúscula: ¿Dónde vives? ¿Con quién vives? ¿Compartes piso?

3.2.2. Si la pregunta o exclamación no se produce al comienzo del enunciado, la palabra que sigue al signo de apertura de interrogación o exclamación se escribe con minúscula: Pero ¡qué día tan bonito!; Haces mucho deporte, ¿no?; Juan, ¿puedes ayudarme?

4. Tras los dos puntos, hay que iniciar el texto con mayúscula si estos anuncian el comienzo de una unidad con independencia de sentido, como en los siguientes casos:

            4.1. En las fórmulas de encabezamiento o saludo de una carta, fax o correo electrónico:

            Estimada amiga:

                        Quería agradecerte…

4.2. En la reproducción de palabras textuales: El diputado aseguró: «No tengo ninguna implicación en los hechos»; salvo si la cita empieza por puntos suspensivos: Sus declaraciones terminaban así: «…. por tanto, no pienso dimitir».

4.3. En los epígrafes y subtítulos de un libro o documento, o en los elementos de una

enumeración en forma de lista, cuando el texto explicativo que los sigue comienza en la misma línea: El tenis femenino: El primer torneo de tenis de mujeres se celebró en 1973.

4.4. Tras las palabras ejemplo, advertencia, etc., cuando preceden a enunciados con plena independencia sintáctica y de sentido: AVISO: Entre las 16:00 y las 18:00 el suministro de agua quedará suspendido.

4.5. En las explicaciones precedidas de expresiones explicativas como a continuación o siguiente(s), como sigue:

El modo de aplicación de la pintura es el siguiente:

Primero, se limpia bien la zona y se deja secar. Después,…

4.6. Tras verbos como solicitar, exponer, certificar, fallar, etc., cuando, escritos enteramente en mayúsculas, presentan el objetivo fundamental de ciertos documentos administrativos o jurídicos:

EXPONE:

            Que reúne todos los requisitos para acceder a la beca….

CERTIFICA:

            Que Ra Abad Formoso ha obtenido la calificación …

4.7. Tras las rayas que sirven para introducir cada uno de los elementos de una relación escritos en líneas independientes, cuando esta relación se compone de enunciados completos. Debe dejarse un espacio en blanco entre la raya y el texto, y cerrar el enunciado con un punto:

Entre los rasgos de la variedad lingüística del extremeño, sobresalen los siguientes:
― Se conserva el partitivo latino en expresiones como “unos pocos de”.
― Se produce el cierre de las vocales átonas postónicas o, e en u, i: libru, grandi.
― Hay restos lexicalizados de la f- inicial latina: hierru, humo, hoscu…
― Se dan formas de la tercera persona del plural del perfecto fuerte por analogía con las de
la tercera     del singular: hizun (hicieron), truxun (trajeron).

― En algunas localidades de Las Hurdes aparecen formas leonesas de tercera persona del plural del         pretérito en –orin: cantorin (cantaron), bebiorin (bebieron), etc.

NOMBRES PROPIOS Y EXPRESIONES DENOMINATIVAS

CUESTIONES GENERALES

1. Se escriben con mayúscula los nombres propios y palabras del léxico común cuando designan entes únicos con función identificativa: expresiones pluriverbales de instituciones,  (organismos, obras de creación, etc.), nombres antonomásticos (el Filósofo, por Aristóteles; el Salvador por Jesucristo) o personificados (la Muerte, el Mal).

2. En las expresiones denominativas pluriverbales, la mayúscula inicial puede aparecer en todas las palabras significativas (Ministerio de Asuntos Exteriores) o sólo en la primera palabra, en combinación con la cursiva o las comillas para delimitar su extensión: el mejor poema de Marinero en tierra es «Sueño del marinero».

la tilde y la diéresis

Las reglas de uso de la tilde y la diéresis se aplican a todas las palabras, estén escritas en mayúsculas o minúsculas (Ángel, ANDALUCÍA, SIGÜENZA), a excepción de los acrónimos que se escriben enteramente en mayúsculas: CIA (Central Intelligence Agency), CIE (centro de internamiento de extranjeros). Ahora bien, en el caso de los acrónimos lexicalizados, que se escriben con minúscula o mayúscula inicial (como los nombres propios), deben aplicarse las reglas generales de acentuación gráfica: euríbor (acrónimo de eur[o] i[nter]b[ank] [o]ffered r[ate]), Fundéu (acrónimo de Fun[dación del] E[spañol] U[rgente]).

 

SE ESCRIBEN CON MAYÚSCULA INICIAL

1. Antropónimos: nombres de pila y apellidos: María del Carmen Martínez, Juan de la Cruz. También los HIPOCORÍSTICOS: Pili, Tino, Luismi, Charo. Esta mayúscula se mantiene en los usos de plural: Conozco muchos Pedros/González.

Si un apellido comienza por preposición, o por preposición y artículo, éstos se escriben con minúscula cuando acompañan al nombre de pila: Juan de la Rosa, Irene de Torres. Cuando se omite el nombre, la preposición se escribe con mayúscula: señora De Torres, De la Rosa.

Si el apellido comienza con artículo, éste se escribe con mayúscula, se anteponga o no el nombre de pila: Arturo La Merced, señor La Merced.  

En los apellidos unidos por la conjunción y, ésta se escribe con minúscula: Ramón y Cajal, Ortega y Gasset.

Deben mantener la mayúscula los nombres de autores que se emplean para designar sus obras: un Picasso, varios Lempicka.

2. Nombres o expresiones comunes que se utilizan como antropónimos, tanto nombres propios traducidos de otras lenguas (Toro Sentado) como nombres propios de personajes de fábulas o cuentos infantiles, incluidas las personificaciones de animales: el Gato con Botas. Por el contrario, se escriben con minúscula si su función es referencial: el gato del cuento.

3. Nombres que designan familias y dinastías: los Borbones, la dinastía Ming. Se escriben con minúscula si se emplean como adjetivos: los reyes borbones. Los linajes y dinastías que se designan como un patronímico –nombre derivado del fundador que se usa para designar a sus descendientes- se escriben con minúscula: los nazaríes (de Názar), el rey sasánida (de Sasán).

4. Apodos, alias, sobrenombres y pseudónimos: el Rey Sol; el Greco; Ernesto Guevara, alias el Che; la Dama de Hierro; Isabel la Católica; Azorín. Si les antecede un artículo, éste debe escribirse con minúscula, y si, a su vez, el artículo va precedido de la preposición a o de, se forman las contracciones al y del: Me fascina el estilo del Greco; Al Che lo asesinaron en Bolivia. Cuando aparecen en el interior del nombre oficial o sustituyen al nombre de pila, se escriben entrecomillados o se resaltan con cursiva, incluido el artículo: Ernesto “Che Guevara, el “Che”.

5. Nombres propios que designan particularizadamente a deidades, dioses, profetas y otros seres religiosos, mitológicos o fabulosos: Alá, Jehová, Mahoma, el Espíritu Santo, Satanás, Lucifer, Quetzalcóatl Odín, Vulcano, Júpiter, Polifemo, Pegaso, San Isidoro. Sin embargo, los sustantivos  comunes que designan las clases de estos seres se escriben con minúscula: una sirena, un fauno, las musas, el cíclope.

El sustantivo Dios se escribe con mayúscula inicial, y sin artículo, cuando se emplea como nombre propio con carácter onomástico, para designar al ser supremo de una religión monoteísta (divinidad por antonomasia): En el islam no está permitido representar a Dios en imágenes. La mayúscula se mantiene, asimismo, en los refranes y frases hechas: A Dios rogando y con el mazo dando; Como Dios manda; Se armó la de Dios, ¡Ay, Dios mío!

En cambio, debe escribirse con minúscula inicial cuando se emplea como nombre común para referirse al ser supremo de modo genérico: Jehová es el dios de los judíos y cristianos; Se cree un dios (pero Se cree Dios); No hay más dios que Alá; o a divinidades de religiones politeístas: ¡Oh, dioses, velad por nosotros!; el dios Apolo; la diosa Pachamama.

Los sustantivos diablo o demonio, apelativos comunes utilizados para referirse a Satanás o Lucifer, el ángel caído, se escriben con minúscula: Fausto vendió su alma al diablo; Las brujas fueron acusadas de fornicar con el demonio.

Aunque es habitual en los textos religiosos escribir con mayúscula los pronombres personales referidos a la divinidad, o a personas sagradas como la Virgen, no hay razón lingüística que lo justifique, ya que en español esta categoría de palabras se escribe con minúscula. Por lo tanto, se recomienda evitar la mayúscula en estos casos: Ve con Dios, que él te guíe (y no * que Él te guíe), Bendita tú eres entre todas las mujeres (y no *Bendita Tú eres).

Desde un punto de vista lingüístico, tampoco hay razón alguna para escribir con mayúscula los nombres que designan conceptos religiosos, por lo que se recomienda su escritura con minúscula inicial: misa, eucaristía, comunión, cielo, purgatorio, parábola… Desde un punto de vista lingüístico, sólo resulta admisible (aunque no obligatoria) la mayúscula en sustantivos como cielo, infierno, paraíso, etc., cuando funcionan como topónimos (si bien de carácter imaginario o mítico), aludiendo a los lugares de destino de las almas tras la muerte: En el Cielo sólo entrarán los elegidos; Dante situó en el Infierno a las más altas jerarquías eclesiásticas por su avaricia y nepotismo; Adán fue expulsado del Paraíso. Obviamente, en los usos derivados o metafóricos de estos vocablos, la mayúscula carece de sentido: Aquel pueblo abandonado era un paraíso; El crucero de placer resultó un infierno.

6. Advocaciones y apelativos antonomásticos: el Creador, el Todopodero, la Purísima, la Inmaculada, el Maligno, la Virgen de los Dolores, el Cristo de la Agonía, el sagrado Corazón de Jesús, Jesús del Gran Poder, Cristo Redentor, el Santo Sepulcro, el Buda de la Luz Ilimitada.

7. Personificaciones de conceptos abstractos o de los vientos en textos alegóricos: La Justicia es una matrona con los ojos vendados; A diferencia del crudo y frío Bóreas, el viento del norte, Céfiro era más cálido y benevolente.

8. Nombres propios de animales, plantas y objetos singularizados: Moby Dick, Rocinante, el Big Ben, la Tizona, el Titanic, la Voyager. Si van acompañados de artículo, éste se escribe con minúscula. Por tratarse de nombres propios se escriben en redonda.

9. La primera palabra de los nombres latinos de especies y subespecies de animales y plantas usados en la nomenclatura internacional, que, además, se escriben en cursiva: Homo sapiens, Felis silvestris catus, Platanus acerifolia. También se escriben con mayúscula y en cursiva los términos latinos que designan los taxones zoológicos y botánicos: la familia Cyatheaceaeel orden Coleopterala clase Insecta.

10. Nombres propios de cuerpos celestes, galaxias, constelaciones, estrellas, planetas y satélites: Marte, la Osa Mayor, la Vía Láctea, el cometa Halley. Las palabras tierra, sol y luna se escriben con mayúscula cuando se usan como nombres propios en contextos astronómicos para aludir a los respectivos astros: Mercurio es el planeta más cercano al Sol; le siguen Venus, la Tierra (orbitada por la Luna), Marte, Júpiter y Saturno. Fuera de estos casos, tanto en casos rectos como derivados, se escriben con minúscula: Se levanta al salir el sol; Hoy hay luna llena; Ha desparecido de la faz de la tierra. Las expresiones referenciales también se escriben con minúscula: estrella polar.

11. Nombres de los signos del Zodiaco (Nació bajo el signo de Sagitario), pero se escriben con minúscula cuando se aplican a personas que han nacido bajo ellos: Juan es un tauro con ascendente en libra.

12. Los nombres propios de tormentas, huracanes y otros fenómenos atmosféricos u oceánicos: la borrasca Filomenael tifón Fredla corriente del Labrador. El nombre común genérico que los acompaña se escribe con minúscula.

13. Nombres propios de accidentes geográficos: río Miño, mar Cantábrico, océano Atlántico, sierra de Gredos, cordillera de los Andes, cabo de Gata, golfo de Vizcaya, lago de Sanabria, islas Baleares, falla de San Andrés, península ibérica (cuando el sustantivo genérico va seguido de un adjetivo que deriva de un topónimo y que se corresponde con el accidente, ambos se escriben con minúscula; pero, si no le sigue el adjetivo, puede escribirse con mayúscula, pues se trata de una antonomasia: Se han alcanzado los 45 oC en el sur de la Península).

Los nombres comunes genéricos que los acompañan se escriben con minúscula, excepto si:

13.1. forman parte de la denominación, lo que sucede cuando denotan una realidad distinta de la que corresponde a su significado: Mar del Plata (que es una ciudad y no un mar), Cabo Verde (que es una isla);

13.2. no exigen la anteposición del artículo para integrarse en el enunciado: Fui a esquiar a Sierra Nevada; y

13.3. el sustantivo genérico no es el que habitualmente se emplea para referirse al tipo de realidad designada: la Selva Negra (región montañosa).

Se escriben también con mayúscula inicial algunos nombres comunes geográficos cuando se utilizan onomásticamente: el Estrecho (por el estrecho de Gibraltar para los española), la Cordillera (los Andes para chilenos y argentinos), el Golfo (por el golfo de México para los mejicanos).

14. Nombres propios de regiones naturales y comarcas, pero no el artículo que las acompaña: la Alcarria, las Alpujarras.

15. Nombres propios de continentes, países, divisiones territoriales y ciudades, ya sean reales o imaginarios: África, Polonia, Galicia, Orense, La Habana, Macondo, Vetusta, El Dorado. Si un sustantivo genérico forma parte de la denominación, debe escribirse asimismo con mayúscula: Ciudad de México, País Vasco.

La mayúscula se aplica también a las denominaciones antonomásticas usadas como alternativas estilísticas: el Nuevo Mundo [ = América], el Viejo Continente [ = Europa], la Santa Sede [ = el Vaticano], la Ciudad Eterna [ = Roma], la Tacita de Plata [ = Cádiz]. Esta mayúscula se mantiene en los usos en plural: Conoce las dos Córdobas, la argentina y la española.

16. Sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de zonas geográficas que abarcan varios países y se conciben como áreas geopolíticas con características comunes: Occidente, el Cono Sur, América Latina, el Magreb, Europa del Este, pero no las denominaciones que no se sustentan en criterios geográficos: tercer mundo, zona euro…

17. Nombres propios de las divisiones territoriales de carácter administrativo, pero no el nombre común genérico que los precede: el departamento de Arequipael estado de Arizonala provincia de Orensela diócesis de Cartagena.

18. Nombres propios de barrios, urbanizaciones, calles, espacios urbanos y vías de comunicación (pero no el nombre común genérico que los precede): el barrio de las Letras, calle (de) Alcalá, la plaza Mayor, paseo de los Tristes, la avenida de la Libertad, la carretera panamericana. En denominaciones en las que el genérico aparece pospuesto, como suele ocurrir en nombres tomados o traducidos de otras lenguas, se escriben con mayúscula inicial todos los elementos: la Sexta AvenidaWall StreetPotsdamer Platz, la Grande Place.

19. Los términos que componen la denominación de caminos y rutas de carácter histórico, turístico o cultural: el Camino de Santiago, la Ruta de la Seda, Vía de la Plata, Camino del Cid, la Cañada Real, Caminos del Arte Rupestre.

20. Todas la palabras significativas que componen la denominación completa de entidades , instituciones, organismos, departamentos y secciones administrativas, asociaciones, órdenes religiosas, hermandades, cofradías, unidades militares, partidos políticos, compañías teatrales, grupos musicales, equipos deportivos, etc.: Ministerio de Educación y Formación Profesional, Biblioteca Central, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Facultad de Filología, Orden Nacional de la Legión de Honor, Regimiento de Cazadores de Montaña, Partido Socialista Obrero Español, Médicos Sin Fronteras, Nova Trova Cubana, Alaska y Pegamoides. Si el sustantivo genérico forma parte de la denominación, éste se escribe en mayúscula (la Academia de Bellas Artes, la Universidad de Salamanca); cuando no sea así, se escribe con minúscula: la organización Amnistía Internacional. La mayúscula inicial se mantiene en su mención abreviada, pero no debe aplicarse al artículo que las antecede: la Complutense, la UPV. Asimismo, se escriben con mayúscula sus denominaciones alternativas antonomásticas: la Cámara Baja [ = el Congreso], la Benemérita [ = la Guardia Civil], la Roja [ = la selección española de fútbol].

21. Adjetivos y sustantivos que forman parte de la denominación de sedes de entidades o instituciones, edificios singulares o monumentos: el Coliseo, la Casa Blanca, el Palacio de Cristal, la Catedral de Santiago, la Pirámide de la Luna, la Torre de Pisa, la Puerta de los Leones, la Estatua de la Libertad, la Casa de las Conchas. La mayúscula se aplica también a las denominaciones coloquiales alternativas, pero no a los artículos que las acompañan: la Gran Pirámide, la Catedral (estadio del Athletic Club bilbaíno).

22. Las palabras significativas del nombre de establecimientos  comerciales, culturales o recreativos: (bar) Aquí Te Espero, (grandes almacenes) El Corte Inglés, (mercería) Aguja y Dedal, (hotel) La Estación. Si el nombre es una expresión autosuficiente, el genérico se escribe con minúscula: restaurante El Choco de la Chuleta, bar Las Dos Palomas. En cambio, si en el nombre del establecimiento el término específico complementa al genérico (como sustantivo en aposición, adjetivo o complemento preposicional), éste puede escribirse tanto con minúscula (opción recomendada) como con mayúscula: café La  Granja (o Café La Granja), teatro Victoria Eugenia (o Teatro Victoria Eugenia), parque del Retiro (o Parque del Retiro).

23. Determinados sustantivos cuando designan entidades u organismos de carácter institucional aunque la mayúscula no afecta a los especificadores que los acompañan: la Iglesia católica, el Ejército, la Armada, la Universidad, la Policía, el Parlamento, el Gobierno español, la Administración central. En cambio, cuando no designan la institución, se escriben con minúscula: una iglesia románica (un edificio), la policía (una agente); ni cuando se emplean en singular con valor colectivo, refiriéndose a grupos concretos de individuos: El ejército [las tropas] se retiró; La policía [una dotación] lo detuvo.

24. La primera palabra del título de una obra de creación (libro, película, pintura, escultura, pieza musical, programa de radio o televisión, etc.): Libro de buen amor, Cien años de soledad, Las señoritas de Avignon, El peine del viento, El lago de los cisnes, Pasión de Gavilanes, La sociedad de la nieve. No es correcto escribir todos los elementos con mayúscula (*Libro de Buen Amor; *El Peine del Viento), ya que el uso obligatorio de la cursiva los delimita suficientemente. La misma norma debe aplicarse a los títulos en otra lengua citados en textos españoles: Il barbiere di Siviglia, West side story. También se escribe con mayúscula inicial la primera palabra de los títulos abreviados o alternativos, pero no el artículo que los antecede: la Celestina, el Quijote, la Quinta sinfonía.

Los títulos de artículos, reportajes, cuentos o poemas que se citan junto al de la obra mayor en la que se incluyen se delimitan con comillas: Recitó «A un olmo seco», de Campos de Castilla de Antonio Machado.

25. La primera palabra del título de las subdivisiones o secciones internas de una publicación o documento (capítulos de un libro, titulares de prensa, columnas de opinión, etc.). Cuando se hace referencia a ellos dentro de un texto, se delimitan con comillas: El capítulo tres del Quijote, «Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo don Quijote de armarse caballero», es una parodia del rito de investidura, muy en boga en la época medieval.

26. Sustantivos y adjetivos que forman parte del título de los textos sagrados  y de los libros que los componen, así como sus denominaciones antonomásticas, pero no el artículo que los acompañan: la Biblia, el Corán, la Torá, el Libro de los Muertos, el Antiguo Testamento, las Sagradas Escrituras.

27. La primera palabra, los sustantivos y adjetivos de que forman parte del nombre de publicaciones periódicas o de colecciones: El País, La Vanguardia, Biblioteca Románica Hispánica.

28. Las palabras significativas del título de documentos oficiales o históricos (tratados, convenciones, acuerdos, declaraciones, etc.), y de textos legales y jurídicos (fueros, códigos, leyes, decretos…): la Carta de Naciones Unidas; la Convención de Ginebra; el Código Civil; la Ley 40/1998, de 9 de diciembre, del Impuesto de sobre la Renta de las Personas Físicas y otras Normas Tributarias. Cuando el título es muy largo, se escribe con cursiva o entre comillas y la mayúscula se aplica sólo a la primera palabra: Aténgase a lo indicado en la «Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial».

No se escriben con mayúscula los nombres alternativos de carácter referencial con los que se designan comúnmente determinadas leyes, y que no se corresponden con su título oficial: ley sálica, ley seca, ley de extranjería.

29. La primera palabra del título de ponencias, discursos, ponencias y exposiciones. Si se cita dentro de un texto, se escribe, además, entre comillas: La reina inauguró la exposición «Cuarenta años de amistad».

30. Las palabras significativas que forman parte del nombre o título de programas, planes o proyectos: Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, Proyecto del Genoma Humano. Si la denominación es larga, se escribe con cursiva o entrecomillada y la mayúscula se aplica sólo a la primera palabra: Presentó el «Programa para la atención de grupos de bajo rendimiento escolar».

31. La primera palabra de lemas, consignas y eslóganes. En el interior de los textos se escriben además entre comillas: El Ministerio de Sanidad lanzó en 1990 una campaña para el uso de preservativo con el lema «Póntelo, pónselo».

32. Sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de asignaturas y cursos: Filosofía, Química Orgánica, Curso de Crítica Literaria. Cuando la denominación es larga, se escriben entrecomillados  y la mayúscula se aplica sólo a la primera palabra: Me matriculé en «Historia del pensamiento político en la Edad Media»

33. Las palabras significativas que forman parte del nombre de eventos culturales o deportivos (congresos, exposiciones, ferias, torneos, etc.): Jornadas de Innovación Docente, V Congreso de educación para la Transformación Social, Bienal de Venecia, salón del Cómic, Juegos Olímpicos, Copa del Rey, Semana de Cine Fantástico y de Terror, festival Internacional de Cine.

34. Las palabras significativas que forman parte del nombre de premios y condecoraciones: los Premios Princesa de Asturias, la Gran Cruz de Isabel la Católica, el Premio Nobel de Literatura.

35. Sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de festividades (civiles, militares y religiosas)  y de los períodos litúrgicos: la Navidad, el Año Nuevo, el Día Internacional de la Mujer, la Pascua Militar, Semana Santa, Ramadán.

36. Nombres de las divisiones geológicas y paleontológicas, pero no los adjetivos que los acompañan: el Pleistoceno, el Jurásico inferior. Si el período se designa mediante un sustantivo genérico (era, período) seguida de un adjetivo, se escriben con minúscula ambos componentes: la era mesozoica, el período carbonífero.

37. Los nombres de los períodos en que se dividen tanto la prehistoria como la historia: el Paleolítico superior, la Edad de los Metales, la Antigüedad, el Medievo, la Alta Edad Media, el Renacimiento, el Siglo de las Luces, la Ilustración, el Romanticismo, el Tercer Reich, la Guerra Fría.

38. Sustantivos y adjetivos que forman parte de la denominación de acontecimientos históricos relevantes que dan nombre a determinados períodos: la Reconquista, la Contrarreforma, la Semana Trágica, la Gran Depresión, la Primavera de Praga, la Guerra Civil. Si se trata de acontecimientos puntuales, que no dan nombre a períodos históricos, no debe emplearse la mayúscula: el motín de Esquilache, la toma de la Bastilla, el desembarco de Normandía.

39. La parte específica de la denominación de los nombres propios de guerras y batallas, pero no los genéricos guerra y batalla: la guerra de los Cien Años, la guerra de Secesión, la guerra del Opio, la batalla de Trafalgar. Si no se trata de una expresión singularizadora, deben escribirse con minúscula: las guerras carlistas. Los nombres de los dos conflictos mundiales se escriben con mayúscula en todos sus componentes: Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial.

40. Las palabras significativas que forman parte de la denominación de imperios y revoluciones, salvo que se trate de adjetivos gentilicios: la Revolución Industrial, la Revolución de los Claveles, el Imperio del Sol Naciente, pero la Revolución rusa, el Imperio romano.

41. Marcas y nombres comerciales, por su condición de nombre propio: Me gusta el anuncio Coca-Cola; Ha salido al mercado un nuevo modelo de Toyota; Me han instalado el Windows Vista; lo he buscado en Google; El logo del Chupa Chups lo diseñó Dalí. Debe mantenerse la mayúscula cuando el nombre designa un producto de la propia marca: Me he comprado un Seat. En cambio, se escribe con minúscula cuando designan cualquier objeto o producto de características similares: Me tomé una coca-cola [ = refresco de cola]; A mi hija le encantan los chupachups [ = caramelos de forma esférica con palito].

USOS INCORRECTOS

1. Aunque tradicionalmente se ha empleado la mayúscula para marcar el respeto y la relevancia de determinadas personas o cosas (rey, patria…) o para destacar conceptos considerados relevantes (humanidad, naturaleza, universo), es recomendable evitar estos usos, ya que responden a criterios extralingüísticos, subjetivos y de difícil regularización.

2. No debe emplearse la mayúscula para distinguir acepciones diferentes en palabras polisémicas (cabo, banco, cura, sirena, lengua), salvo si éstas designan entidades institucionales: el Estado, el Parlamento, el Gobierno, la Iglesia.

3. Hay contextos donde puede optarse por la mayúscula o la minúscula en función de diversos factores. Siempre que exista duda en su aplicación, al ser la mayúscula la forma marcada y excepcional, debe seguirse la recomendación general de utilizar preferentemente la minúscula.

LA MAYÚSCULA EN SIGLAS Y ACRÓNIMOS

1. Las siglas que tienen que leerse, en todo o en parte, deletreando sus componentes deben mantener su escritura en mayúsculas: PSOE [pe-sóe], FBI [éfe-bé-í]. En cambio, los acrónimos (las siglas cuya grafía permite leerlas secuencialmente: OTAN, UNESCO, UCI, IVA) pasan a lexicalizarse en muchas ocasiones  y a escribirse enteramente en minúsculas si se trata de nombres comunes (ovni, uci, mir, radar, láser) o con mayúscula inicial si se trata de nombres propios (cuando tienen más de cuatro letras): Mercosur, Unesco, Unicef.

2. El uso combinado de mayúsculas y minúsculas es admisible cuando se añaden especificaciones a siglas ya constituidas: ARNm (ácido ribonucleico mensajero), PCEr (Partido Comunista de España reconstituido). Asimismo, es frecuente actualmente escribir únicamente en mayúscula la inicial de los componentes de la sigla y mantener en minúscula las letras no iniciales o los conectores gramaticales (preposiciones o conjunciones): DGTel (Dirección General de Telecomunicación), JpD (Jueces para la Democracia).

3. Los desarrollos de sigla y acrónimos llevan las mayúsculas y minúsculas que les corresponden por su naturaleza: Banco Central Europeo (BCE), con mayúsculas iniciales por ser el nombre propio de una institución, frente a documento nacional de identidad (DNI) o tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con minúsculas por tratarse de expresiones referenciales.

OTROS USOS DE LA MAYÚSCULA

1. Los números romanos se escriben con letras en forma mayúscula, excepto cuando se usan para enumerar apartados o elementos de una lista, que se escriben frecuentemente en minúscula y se denominan, por ello, romanitos. Cuando acompañan a sustantivos escritos en minúscula, se recomienda escribirlos en versalitas: siglo XV, páginas LIII-XXC.  Se escriben en mayúscula cuando aparecen solos o acompañan a sustantivos escritos con inicial mayúscula: Alfonso X, III Congreso Internacional. Si se emplean con valor ordinal, no deben acompañarse de letras voladas: II Guerra Mundial (*II.a Guerra Mundial), tomo VI (*tomo VI.o).

2. Se escriben con mayúscula los símbolos de los puntos cardinales (N, SE, ENE), los códigos fijados por entidades de normalización (BCN por aeropuerto de Barcelona, FS por franco suizo), las unidades de medida derivadas de nombres propios (N por newton, W por vatio) y los prefijos  de múltiplos de unidades de medida a partir de mega- (M- por mega, G- por giga, T- por tera). Se escriben sólo con la primera letra mayúscula los símbolos de los elementos químicos (H, Hg) y los de los libros de la Biblia (Ex, Lv).

SE ESCRIBEN CON MINÚSCULA

No son nombres propios, por tanto no deben escribirse con mayúscula:

1. Los tratamientos, tanto si preceden al nombre propio (dondoñafraysorsan(to)/taetc.) como los que pueden usarse sin él: señor/a, doctor/a, licenciado/da, reverendo/da, ustedexcelencia(su) señoríaetc. Solo se admite su escritura con mayúscula inicial en los tratamientos de las más altas dignidades cuando no van seguidos del nombre propio de la persona a la que se refieren: La recepción a Su Santidad será esta tarde, pero Aterrizó su santidad Benedicto XVI. Las abreviaturas de los tratamientos sí se escriben con mayúscula inicial.

2. Los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades o cargos -sean civiles, militares, religiosos, públicos o privados-, tanto en sus usos genéricos (El rey reina, pero no gobierna), como si se refieren a una persona concreta: La reina saludó al papa en su visita a EspañaEl presidente del Gobierno llegó con la ministra de Defensa y el general Martínez, jefe del Estado Mayor.

3. Los nombres de penínsulas formados con un adjetivo derivado del topónimo al que corresponde dicho accidente: la península ibéricala península arábiga. Si el topónimo aparece en el complemento especificativo, mantiene su mayúscula: la península de Crimea; también se escribe con mayúscula la parte específica de la denominación si se trata de un nombre propio genuino: la península Valiente.

4. Los nombres de los puntos cardinales (norte, sur, este, oeste) y de los puntos del horizonte (noroeste, sudesteetc.): La brújula señala el norteViajamos rumbo al surVivo al este de JaliscoSopla viento del noroeste.

5. Los nombres de los hemisferios, las líneas imaginarias y los polos geográficos: el hemisferio surel círculo polarel ecuadorla eclípticael polo norte geográficoetc. La palabra polo sólo se escribe con mayúscula inicial cuando, en calidad de topónimo, designa la región geográfica: En el Polo Norte se alcanzan temperaturas de 40 oC bajo cero.

6. Los nombres de los vientos: el austroel mistralel levante, salvo que se trate de personificaciones en textos poéticos.

7. Los nombres de los días de la semana, así como de los meses y las estaciones del año: Hoy es lunes, 23 de mayoEstoy deseando que llegue el verano. Se escriben con mayúscula cuando formen parte de una denominación más amplia que así lo exija, como festividades, fechas históricas, espacios urbanos, instituciones u organizaciones: Viernes SantoFeria de Abrilplaza del Dos de MayoPrimavera de Praga.

8. Los nombres de las notas musicales: Una melodía en fa mayor.

9. Los nombres de los principios activos de los medicamentos: amoxicilina, ibuprofeno, paracetamol.  En cambio, los nombres comerciales registrados son nombres propios, al igual que las marcas, por lo que se escriben con mayúscula inicial: ProzacNolotil.

10. Las denominaciones de impuestos y tasas, como impuesto sobre el valor añadido (o, Am., al valor agregado)impuesto sobre la renta de las personas físicasetc. ; aunque sus siglas se escriban con mayúsculas (IVAIRPF).

11. Las disciplinas científicas y las diversas ramas del conocimiento: Nuevos avances en física nuclearLa morfología es una parte de la gramáticaEs magnífica en matemáticas. Solo se escriben con mayúscula inicial cuando nos referimos a ellas como materias de estudio en contextos académicos o curriculares (nombres de asignaturas, titulaciones, cátedras, facultades, etc.): Me he matriculado en Arquitectura¿Quién te da Física este año?

12. Las leyes, teorías y principios científicos, salvo los nombres propios que formen parte de la denominación: ley de la gravedadley de Ohmprincipio de Arquímedesteoría de la relatividad.

13. Los nombres de las escuelas y corrientes de las diversas ramas del conocimiento, así como

los de estilos, movimientos artísticos: darwinismo, platonismo, positivismo, culteranismo, dadaísmorealismo mágico, despotismo ilustrado, cine negro. Solo se escriben con mayúscula aquellos que abarcan todas o gran parte de las disciplinas y dan nombre a periodos históricos culturalmente diferenciados: el Renacimientoel Barroco, la Ilustración.

14. Los nombres que designan oraciones: el padrenuestrodos avemaríasel credoel magníficat, salvo que se mencionen citando un fragmento del verso con el que comienzan, caso en el que se tratan como si fueran títulos: No recordaba el «Yo pecador».

15. Las variedades de vinos, quesos y otros productos que se designan por el nombre del lugar del que son originarios o donde se producen y, en general, los nombres de comidas y bebidas que tienen su origen en un nombre propio: Tomaré un solomillo al cabrales con una copa de riojaPruebe un delicioso piononoEl manhattan es mi combinado favorito. El nombre propio debe mantener la mayúscula si aparece en un complemento especificativo: queso de Cabrales.

16. Los nombres de premios aplicados al objeto que los representa o a la persona premiada: Se le cayó el goya en la ceremoniaEntrevistó al nobel de física.

17. Las voces prehistoria e historia empleadas para designar los grandes períodos cronológicos en que se divide la existencia de la humanidad se escriben con minúscula: Entre las prehistoria y la historia se construyeron los dólmenes.

18. Los nombres de razas de animales que tienen su origen en un nombre propio, normalmente el topónimo de la zona de la que son originarios: un terranovaun chihuahuaun sambernardo.

19. Las marcas y nombres comerciales cuando no designan ya un objeto o un producto de la propia marca, sino, genéricamente, como nombres comunes, cualquier objeto o producto de características similares: Espese la salsa con maicenaNo sale sin ponerse rímel en las pestañas; Reparé el libro con celo; Me tomé una aspirina para el dolor de cabeza.

20. Los símbolos de las unidades de medida (g por gramom por metro), los prefijos de submúltiplos de unidades de medida (d- por deci-c- por centi-m- por mili-etc.) y los prefijos de múltiplos de unidades de medida hasta kilo- (da- por deca-h- por hecto- y k- por kilo-). El símbolo del litro, que debe escribirse preferentemente con minúsculas (l), admite su escritura con mayúsculas (L) si, debido a la tipografía utilizada, hay posibilidad de confundirlo con el número 1.

21. Las diferentes etapas o ciclos educativos: educación infantil, educación primaria, educación secundaria, educación superior, bachillerato, licenciatura, doctorado, etc. En el caso de que los sustantivos genéricos vayan seguidos de un especificador de materia, este se escribirá con mayúscula en sus componentes significativos: bachillerato de/en Humanidades, licenciatura en Ciencias de la Salud, maestría en Administración de Empresas.

La mayúscula sostenida para favorecer la legibilidad

La mayúscula sostenida favorece la visibilidad y legibilidad de textos cortos, por lo que se suelen escribir enteramente en mayúsculas:

1. Las palabras o frases que aparecen en las cubiertas y portadas de los libros y documentos, tanto impresos como electrónicos, así como los títulos de cada una de sus divisiones internas (partes, capítulos, escenas, etc.).

2. Las cabeceras de diarios y revistas: NOTICIAS DE GIPUZKOA; EL PAÍS; TIEMPO; aunque es cada vez más frecuente su escritura únicamente con mayúscula inicial: La Voz de GaliciaPúblico.

3. Las inscripciones en lápidas, monumentos o placas conmemorativas.

4. Los lemas y leyendas que aparecen en banderas, estandartes, escudos y monedas: LIBRE CREZCA FECUNDO (en el reverso de la moneda guatemalteca de cinco centavos), IRURAC BAT (emblema de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, que significa “Las tres, una”, en alusión a las tres provincias vascas).

5. Los textos de los carteles de aviso o de las pancartas: SE VENDENO A LA GUERRA.

6. En textos de carácter informativo, las frases que expresan el contenido fundamental del escrito: Por motivos de higiene, SE PROHÍBE DEPOSITAR BASURAS EN LA VÍA PÚBLICA.

7. Términos como avisonotaadvertenciaposdata, etc., cuando introducen de forma autónoma los textos correspondientes: AVISO: El pago de recibos solo podrá efectuarse en ventanilla los cinco primeros días de mes.

8. En textos jurídicos y administrativos, los verbos que expresan la finalidad del escrito o que introducen cada una de sus partes fundamentales, a fin de favorecer su lectura rápida: CERTIFICAEXPONESOLICITACONSIDERANDO.

8. Los términos con los que se alude de forma breve y repetida a las diversas partes que se citan como intervinientes en documentos jurídicos o administrativos: D. José Pérez García, en adelante, el DEMANDANTE…

9. Los textos de los bocadillos en los cómics y viñetas gráficas.

LA MAYÚSCULA EN PUBLICIDAD, DISEÑO GRÁFICO Y NOMBRES COMERCIALES

En ámbitos como la publicidad o el diseño gráfico es frecuente la aparición de mayúsculas y minúsculas no justificadas desde el punto de vista ortográfico. Estos usos expresivos o estilísticos, que buscan atraer la atención del receptor, no deben extenderse, en general, a la escritura ordinaria. Por ello, aunque comienza a ser habitual que marcas y nombres comerciales presenten mayúsculas intercaladas (MásVitaliBanesto) o que el nombre propio de la marca o institución aparezca escrito enteramente en minúsculas en los logotipos (yoigoadidasrenfe), la grafía del nombre comercial o institucional debe acomodarse a la norma ortográfica y recuperar la mayúscula inicial cuando se utilice en el interior de un texto general: Se compró un par de zapatillas Adidas; Lo vio llegar con la mirada fija en su Iphone.

LA MAYÚSCULA EN LAS ETIQUETAS DE LAS REDES SOCIALES

Una etiqueta (en inglés hashtag) es una palabra o frase precedida por el signo # que permite etiquetar los mensajes sobre un tema concreto para facilitar así su recuperación. Estas etiquetas, aunque se compongan de varias palabras, se escriben siempre sin espacios. Por ello, con el fin de facilitar su lectura y comprensión, se puede aplicar la mayúscula inicial a todas las palabras que las componen: #YoSíMeVacuno. Cuando la etiqueta se compone de una sola palabra y forma parte de un enunciado, es preferible el empleo de minúscula, salvo que se trate de un nombre propio: Nos vamos de #vacaciones. ¡Ya era hora!

EL ARTÍCULO EN LOS NOMBRES PROPIOS

1. La mayoría de los nombres propios prototípicos (antropónimos y topónimos) no necesitan artículo para integrarse en los enunciados. Sólo algunos lo incorporan como parte fija e indisociable de la denominación, caso en que el artículo se escribe también con mayúscula: Estuve en La Haya el año pasado; Mi amiga trabajó en El Salvador; Fui a Las Palmas de vacaciones. En estos casos, la contracción con las preposiciones a o de no se realiza nunca en la escritura: Mi padre es de El Salvador (*Mi padre es del Salvador); Nunca he viajado a El Salvador (*Nunca he viajado al Salvador); Lo leí en la portada de El País (*Lo leí en la portada del País).

2. Se escriben siempre con minúscula por no formar parte del nombre propio:

2.1. Los artículos que preceden a los apodos, sobrenombres o seudónimos (el Litri, Fernando el Católico), a las denominaciones alternativas de sedes, edificios (el Pirulí), o a los nombres propios de animales o cosas (el Pájaro Loco, el Titanic).

2.2. Los artículos que preceden necesariamente a los nombres de accidentes geográficos, como ríos, mares, montes, etc., aparezca o no expreso el sustantivo categorizador: el (río) Ebro, el (pico) Everest, el (océano) Mediterráneo, los (montes) Pirineos; también los que anteceden a los nombres propios de regiones o comarcas: la Amazonia (o Amazonia), los Monegros.

2.3. Los artículos que preceden de manera opcional a muchos nombres de países y a los de algunos continentes: (el) África, (el) Camerún, (la) China, (los) Estados Unidos.

2.4. Los que preceden al término específico de una denominación, aun cuando se omita el sustantivo genérico: el Retiro (por el parque del Retiro), el Prado (por el museo del Prado), la Nacional (por la carretera Nacional).

2.5. Los artículos que preceden a los títulos abreviados de obras de creación: el Quijote, la Celestina; o a los títulos de los libros sagrados: el Coránla Bibliael Génesis.