CEDRO

lunes, 26 de septiembre de 2016

Trastornos del lenguaje

Principales trastornos del lenguaje

El lenguaje es la facultad fisiológica y psicológica humana que nos permite aprender lenguas. La lengua es el sistema organizado de palabras y símbolos escritos, hablados o gestuales cuyo propósito es la comunicación. El habla es la realización individual del lenguaje por parte de los hablantes, es decir, el sonido concreto del lenguaje hablado.
El desarrollo del lenguaje es un factor fundamental para que una persona se pueda progresar plenamente. Si no accedes al lenguaje, en gran medida no accedes a la cultura.
Los problemas del lenguaje pueden afectar el habla, la escritura, la lectura, el ritmo, la comprensión y, en muchas ocasiones, varios de ellos combinados.

TRASTORNOS del lenguaje

El problema más común es la tartamudez, pero hay otras alteraciones relacionadas con la variación del vocabulario y la comprensión:
·      La disfemia o el tartamudeo es un trastorno del habla en el cual los sonidos, sílabas y palabras se repiten o duran más tiempo de lo normal y causa una falta de fluidez en el lenguaje.
·      El trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo dificulta a las personas que entiendan y expresen el lenguaje. También se puede manifestar en una de sus variantes. Las personas que la padecen hablan con un vocabulario limitado, utilizan oraciones simples y tienen dificultad para entender lo que otros dicen.
·      La disfasia, conocida como el Impedimento Específico del Lenguaje (SLI), consiste en una alteración que obstruye la capacidad para desarrollar las habilidades del lenguaje: errores graves de gramática, vocabulario casi nulo, dificultades fonológicas, etc.
·      La dislexia es la dificultad o incapacidad parcial no solo en el aprendizaje de la escritura  (ortografía) y la lectura, sino también en el habla. Quienes la padecen, encuentran dificultades para procesar la información verbal, realizan inversiones y rotaciones de palabras en frases o letras en palabras y su velocidad lectora es lenta.
·      La afasia es un trastorno causado por lesiones en las zonas del cerebro que controlan el lenguaje y puede afectar la lectura, la escritura y la expresión.

·      La disartria es la afección que dificulta a una persona producir palabras debido a problemas con los músculos que intervienen en la pronunciación de los actos de habla.


CÓMO detectarlos

Las limitaciones para acceder al lenguaje surgen de los trastornos o alteraciones que, según los expertos, pueden llegar a afectar al 2% de la población infantil. Los problemas del lenguaje se manifiestan desde el nacimiento y, generalmente, se mantienen a pesar de la intervención y aplicación de terapias. Sin embargo, acudir al especialista ante las primeras señales es fundamental.
En la etapa inicial no es fácil saber si esa dificultad será pasajera o permanente, por eso es primordial que tempranamente se acuda a especialistas para realizar un diagnóstico.
Pero no siempre los trastornos se detectan en la niñez, a veces se pueden revelar en la adolescencia, aunque la alteración estuvo desde el origen. Puede aparecer de golpe en la etapa adulta como consecuencia de un traumatismo craneano, un accidente cerebro-vascular o cualquier otra dolencia.
Los expertos advirtieron sobre la importancia del rol de los padres y maestros cuando una persona presenta alguna de estas dificultades. Porque los trastornos del lenguaje pueden aparecer en distintos ámbitos. Un niño puede tener problemas en su clase de matemáticas o ciencias porque no puede cumplir tareas, sin embargo dentro de un campo de baloncesto se muestra como una verdadera estrella.
Es fundamental que los docentes en cualquier nivel, cuando vean un examen mal redactado, o errores de ortografía o que el alumno se bloquea, se pregunten si el alumno tiene una dificultad que no se ha detectado. Porque las personas que sufren estas alteraciones muchas veces son humillados.


CONDICIONANTES

1. La genética está muy presente en las discapacidades del lenguaje y los problemas de atención. Los especialistas coinciden en que el 50% de los trastornos del lenguaje suelen tener un origen familiar. Es muy común que un infante con problemas de aprendizaje en la escuela tenga un padre o una madre que también los tuvo cuando era niño. Si hay una niña con dislexia es muy probable que un familiar cercano padezca la misma alteración de lecto-escritura.
La mayor cantidad de problemas de aprendizaje del lenguaje ocurren en el área de la lectura, porque el cerebro no fue diseñado para leer, sino para hablar. Para que el cerebro aprenda a leer necesita espacio, conectividad y evolución y esto sucedió solo unos miles de años atrás en el desarrollo de su genética.


2. EL contexto socio-económico. La escasa exposición a la riqueza del vocabulario es otro de los problemas que destacan los especialistas sobre trastornos del lenguaje. Los niños que viven en zonas desfavorecidas oyen mucho menos léxico que aquellos que se crían en entornos con más posibilidades económicas. Así, cuando la persona va progresando en su educación, este condicionante se convierte en una traba de aprendizaje por la carencia de exposición a las palabras. Este problema se observa mayormente en las ciudades.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Cómo escribir las onomatopeyas que expresan risa y otras

Onomatopeyas que expresan la carcajada y otras

En el apartado 4.1.1.2.4 de la Ortografía de la Lengua Española queda especificado cuál debe ser el tratamiento de la expresión escrita de las onomatopeyas referidas a la risa:
«[...]Cuando estas expresiones iterativas mantienen su valor estrictamente onomatopéyico y se usan tan solo para reproducir o imitar sonidos, lo normal es separar mediante comas los elementos repetidos: "De pronto están unidos por una risa floja que no pueden parar, y lloran de risa, y ja, ja, ja, ja, ja..." (Beccaria Luna [Esp. 2001])».
También en El buen uso del español, obra de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, aparece una referencia a la separación de los elementos que evocan un sonido u onomatopeya:
«Cuando se pretende imitar o evocar un sonido mediante la repetición de una o más sílabas, se recomienda escribir cada elemento aislado y separado por comas del resto:Ja, ja, ja, ja, ja —su amigo no podía parar de reír–; Que si tenía mucho que hacer, que sibla, bla, bla». También se recomienda separar mediante guiones «cuando la repetición elementos es una sucesión continua que constituye una unidad: ra-ta-ta-ta-ta (sonido de una metralleta); chas-chas-chas-chas (ruido de unas tijeras o una podadera)».
Ahora bien, la separación de los elementos mediante comas se lleva a cabo cuando estos aluden a un sonido; no obstante, tal y como queda recogido en la Ortografía de 2010, las sílabas «se escriben sin guiones internos cuando se emplean como sustantivos (tictac, zigzag, chachachá, pillapilla, bullebulle, picapica, etc.)».

En definitiva, si queremos expresar nuestra risa de forma correcta, lo recomendable, según la Academia, será escribir ja, ja, ja, ja —o con el sonido aspirado ha, ha, ha— o cualquiera de sus variantes: je, je, je, ji, ji, ji, etc.