Conviene recordar que las formas el y un que combinan con palabras femeninas que empiezan
por a (ha) tónicas son históricamente femeninas, pues
proceden de los femeninos latinos illam (> ell> el(a)), unam (> un(a)). Por
ello, hay que hablar de unas formas el, un masculinas (el niño, un niño), y otras
femeninas (el alma, un alma).
Para el uso correcto de
artículos y adjetivos con los sustantivos
femeninos en singular que empiezan por a tónica, se han
de observar algunas consideraciones:
1. Cuando el artículo
determinado precede inmediatamente al sustantivo, este -por razones de fonética histórica- adopta la forma masculina el, un en lugar de la: el/un
agua, el/un águila, el/un acta, el/un alma, el/un ama, el/un habla, etc. Si entre el
artículo y el nombre se interpone otro elemento esta regla no se aplica: la/una imponente águila y no *el/un imponente águila; la cristalina agua y no *el/un
cristalino agua.
2. La hache muda no impide que se adopte la forma masculina
del artículo: el/un hacha, el/un hambre, el/un hada, pero la/una acerada
hacha, la/una
atroz hambre.
3. El hecho de anteponer el artículo el a
un sustantivo no implica cambio de género, es decir, no convierte la palabra en
masculina, por lo que los adjetivos
y
otros modificadores siguen concordando en femenino: el aula magna, el
arma blanca, el hada
madrina, el ancla oxidada, el habla castellana, con toda el alma, el agua está contaminada.
4. Los plurales conservan la forma femenina las: las/unas
águilas, las/unas hachas, las/unas aguas, las/unas aulas,
las/unas actas, las/unas amas, etc.
5. Esta regla se
aplica al artículo que precede al sustantivo, NO ante adjetivos, adverbios ni preposiciones: la/una oxidada ancla y no
* el/un oxidado ancla, *la/una
atareada ama de casa, *la/una alta posición, *la
antes ama de casa, *la hasta ayer diputada.
6. Escepciones al uso de la forma el del artículo ante sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica:
-Mantienen el artículo la los nombres de letras (la hache, la a, la alfa);
-los de persona (la Ana de siempre, la Ángela de la que te hablé);
-los sustantivos que teniendo dos terminaciones, una para cada género, han comenzado a usarse recientemente en femenino (la árbitra);
-los toponímicos de ciudades y países (La Haya, la Amsterdam lluviosa de otros tiempos, la Austria católica) [sin embargo con los nombres de continentes se prefiere la forma el: el África subsahariana, el Asia más occidentalizada, pero la América Latina];
-cierto número de voces de reciente incorporación que se refieren a personas y tienen una única forma válida para ambos géneros (la árabe, la ácrata);
-las siglas cuyo núcleo no abreviado es un sustantivo femenino (la APE, asociación primatológica española).
-Mantienen el artículo la los nombres de letras (la hache, la a, la alfa);
-los de persona (la Ana de siempre, la Ángela de la que te hablé);
-los sustantivos que teniendo dos terminaciones, una para cada género, han comenzado a usarse recientemente en femenino (la árbitra);
-los toponímicos de ciudades y países (La Haya, la Amsterdam lluviosa de otros tiempos, la Austria católica) [sin embargo con los nombres de continentes se prefiere la forma el: el África subsahariana, el Asia más occidentalizada, pero la América Latina];
-cierto número de voces de reciente incorporación que se refieren a personas y tienen una única forma válida para ambos géneros (la árabe, la ácrata);
-las siglas cuyo núcleo no abreviado es un sustantivo femenino (la APE, asociación primatológica española).
7. En los diminutivos derivados de estos vocablos, la a inicial no es tónica, por lo tanto van
precedidas del artículo femenino: la
agüita, la hachita.
Lo mismo sucede para los sustantivos femeninos compuestos que comienzan por /a/ átona, pero cuyo primer elemento, como palabra independiente, empieza por /a/ tónica: la aguanieve, la avemaría, la aguamarina.
8. Con los indefinidos un, algún y ningún se admiten ambas posibilidades, aunque la tendencia
general es emplear la forma masculina: un/una ave, algún/alguna aula vacía, ningún/ninguna hambre.
9.No se pueden emplear indistintamente, en cambio, los adjetivos determinativos otro, todo, mucho, poco, demasiado…,
ni los demostrativos (este, ese aquel), por lo que lo adecuado es esta aula, toda habla, poca/mucha/demasiada hambre, otra hacha y no *este aula, *todo habla, *poco hambre, *otro hacha.
10. Si la a
inicial no es tónica, se siguen las normas generales: aceite es una voz masculina y será el aceite y los
aceites, mientras que harina es una voz femenina y será la harina y las
harinas.
Las
palabras azúcar y arte son casos excepcionales de concordancia que presentan
diversas peculiaridades. La voz azúcar tiene
género ambiguo, por lo que puede usarse indistintamente en masculino o femenino. El término
arte es masculino en singular (el arte egipcio), pero femenino en
plural (las artes escénicas).